domingo, 22 de marzo de 2015

TE AMO A TÍ, A TÍ, A TÍ



¿Has pensado cómo puede ser eso de que Dios te ame a ti con la misma intensidad que a mí?

Pues sí, esa es una realidad que nos supera, nosotros aunque amamos, siempre tenemos grados de amor, los amigos, los hermanos, los padres, los novios, esposos, los abuelos. A cada uno aunque los amamos, pero los amamos de diferentes maneras e intensidades.

En cambio, Dios nos muestra una realidad totalmente nueva, nos ama uno por uno pero a todos por igual. Todos somos especiales para Él, todos somos originales para Él, todos estamos llamados a su presencia y sin embargo Él nos ama de la misma manera a todos.

Cuando nos dice que nos ama, nos lo podemos creer pues sabemos de su fidelidad a lo largo de la historia, del ofrecimiento de su hijo para enseñarnos a amarle y a amar a los otros, de su amor derramado en cada uno de los sacramentos, en la oración….

Pues si Él me ama personalmente, ¿cómo yo no voy a amar con el mismo respeto a la otra persona, con la misma ternura que él, con la misma alegría que él,…?.

¡¡Serás plenamente feliz

 cuando vivas el amor a los demás

 al estilo que Dios tiene

 de amarte a ti personalmente!!

No desgastes las oportunidades mal amando, tienes todo un reto por delante: Amar, desde y con el corazón, al otro.

EQUIPO TEA

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