lunes, 21 de diciembre de 2015

Que el Niño Jesùs con su llegada, ilumine nuestras vidas,
traiga a nuestros corazones amor y esperanza 
y dibuje en nuestros rostros la alegrìa del Amor

¡FELIZ NAVIDAD!





domingo, 13 de diciembre de 2015


ENHORA BUENA OSCAR ALVAREZ ROSALES, EL EQUIPO TEA TE BENDICE Y DESEA QUE ESTE LIBRO LLEGUE A MANOS DE TODOS LOS MATRIMONIOS QUE DESEEN VIVIR UNA VIDA PLENA DE AMOR
A lo largo de estas páginas, el autor ha querido transmitir una esperanza con fundamento: redescubrir la grandeza del amor conyugal, en su verdad, belleza y bondad, como horizonte existencial para alcanzar la plenitud de aquellos que han sido llamados a la vida matrimonial.

Se trata de una invitación a profundizar y reflexionar sobre los cimientos en los que se ha de asentar el amor: misterio, asombro, vocación, entrega, reciprocidad, proyecto de vida, complementariedad, comunicación, sexualidad, paternidad-maternidad, fidelidad, espiritualidad, felicidad, eternidad…  

jueves, 3 de diciembre de 2015



Somos nosotros, los mismos cristianos, quienes en muchas ocasiones desconocemos lo que nos ofrece el propio magisterio de la Iglesia, en beneficio de nuestra formación, por ello queremos compartir este material. 



 Extracto del documento:


a) La educación afectivo-sexual

122. Una educación afectivo-sexual adecuada exige, en primer lugar, cuidar la formación de toda la comunidad cristiana en los fundamentos del evangelio del matrimonio y de la familia. Una buena formación es el mejor modo para responder a los problemas y cuestiones que pueda presentar cualquier ideología. Todos los cristianos responsables de su fe han de estar capacitados para «dar explicación a todo el que os pida una razón de vuestra esperanza» (1 Pe 3, 15). Para la consecución de ese objetivo puede prestar un gran servicio el Catecismo de la Iglesia Católica, además de otros documentos relevantes. En cualquier caso, serán siempre necesarios planteamientos que busquen la formación integral. Ese es el marco adecuado para que la persona responda, como debe hacerlo, a su vocación al amor.

123. La familia es, sin duda, el lugar privilegiado para esa educación y formación. Se desarrollan allí las relaciones personales y afectivas más significativas, llamadas a transmitir los significados básicos de la sexualidad. La familia es el sujeto primero e insustituible de la formación de sus miembros. Y por eso, aunque podrá y deberá ser ayudada desde las diferentes instancias educativas de la Iglesia y del Estado, nunca deberá ser sustituida o interferida en el derecho-deber que le asiste. Así lo recordaba ya, entre otros documentos, el Directorio de pastoral familiar. Pero se hace ahora más urgente si se advierte que las disposiciones legales al respecto permiten al Estado dirigir este ámbito de educación. Y no es pequeño el riesgo de sucumbir a las imposiciones de la ya referida ideología de “género”.

124. La educación afectivo-sexual, acorde con la dignidad del ser humano, no puede reducirse a una información biológica de la sexualidad humana. Tampoco debe consistir en unas orientaciones generales de comportamiento, a merced de las estadísticas del momento. Sobre la base de una “antropología adecuada”, como subrayaba el beato Juan Pablo II, la educación en esta materia debe consistir en la iluminación de las experiencias básicas que todo hombre vive y en las que encuentra el sentido de su existencia. Así se evitará el subjetivismo que conduce a nuestros jóvenes a juzgar sus actos tan solo por el sentimiento que despiertan, lo que les hace poco menos que incapaces para construir una vida en la solidez de las virtudes. Esa educación, que debe comenzar en la infancia, se ha de prolongar después en la pre-adolescencia; las instituciones educativas deben de velar por ella, siempre en estrecha colaboración con la ya dada por los padres en la familia.

125. Descubrir la verdad y significado del lenguaje del cuerpo permitirá saber identificar las expresiones del amor auténtico y distinguirlas de aquellas que lo falsean. Se estará en disposición de valorar debidamente el significado de la fecundidad, sin cuyo respeto no es posible asumir responsablemente la donación propia de la sexualidad en todo su valor personal. Se abre así a los jóvenes un camino de conocimiento de sí mismos, que, mediante la integración de las dimensiones implicadas en la sexualidad –la inclinación natural, las respuestas afectivas, la complementariedad psicológica y la decisión personal–,les llevará a apreciar el don maravilloso de la sexualidad y la exigencia moral de vivirlo en su integridad. Se comprende enseguida que una educación afectivo-sexual auténtica no es sino una educación en la virtud de la castidad.
126. Una educación de esta naturaleza requiere personas que, convenientemente preparadas, ayuden a formar a quienes de manera más directa e inmediata tengan a su cargo la función educativa. En todo caso, los padres católicos deberán estar atentos a que, en la ayuda que se proporcione se observe siempre la fidelidad al Magisterio, la comunión eclesial y las directrices de los pastores. La Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española deberá preparar materiales y programas, con el fin de que puedan ser empleados en esta tarea educativa.





Reflexión sobre la vivencia del Proyecto TEA con los niños de nuestra Parroquia.


El pasado sábado 21 de noviembre me quede prendada de lo visto y oído en el taller que se desarrolló en nuestra Parroquia de Inmaculada Niña de Granada para niños de 11 y 12 años. Como catequista de la misma iba un poquito perdida, no sabía bien de que se trataba pero si  tenía la confianza de que lo que íbamos a vivir era interesante ya que quienes llevaban el taller eran para mi gente buena, cargados de “amor verdadero”. Dicho taller es el famoso Proyecto TEA “Talleres de Educación para el Amor en su dimensión afectiva y sexual”.

Como madre siempre pensé que era necesaria una actividad de estas características ya que nos encontramos hoy con un reduccionismo de valores en el que el amor es el más maltratado y nuestros hijos están expuestos a ello. A veces los padres no sabemos transmitir a nuestros hijos todos los valores necesarios para la vida. El testimonio de nuestro matrimonio y fidelidad es fundamental, pues harán lo que vean y vivan en casa,  pero a veces se nos olvida que tienen que descubrir una sexualidad sana, aceptar sus cuerpo y descubrirlo como regalo de Dios y que como tal deben de cuidarlo y respetarlo aprendiendo también a respetar el del otro y a  vivir en la igualdad. Dar importancia a la vida humana como fruto del amor o la alegría de vivir el amor en diferentes vocaciones



Las dinámicas y el planteamiento del taller son divertidos y ágiles, las horas pasan rápidamente para los niños y monitores y los temas elegidos son muy acordes con su edad ya que están al alcance de todos. Usar la música, los medios informáticos y la danza son el medio propio para que estos niños, ya nacidos en “la era tecnológica” se sientan en su salsa.

Sé por algunos padres, que así me lo han transmitido, que los niños llegaron a casa muy contentos y con muchas preguntas que les ha tocado a los padres responder con el cariño y la sorpresa de saber que sus hijos van creciendo y ya no son “tan niños”,  que otras cosas también les interesan y necesitan hablarlo con ellos.



Saludos, Mariochi.


Las dinamicas y el planteamiento del taller son divertidos y agiles