Parroquia de Santa Isabel HUETOR TAJAR.
Somos el grupo de catequistas que compartimos el día 5 la
jornada de TEA ( Talleres de Educación para el Amor) con 34 niños de
poscomunión en nuestra parroquia.
La riqueza de estos talleres ya la conocíamos pues es la
segunda vez que se desarrollan en nuestra nuestro itinerario de formación
cristiana a estas edades.
Podemos decir que los distintos talleres fueron preparados
por una de nosotras y un componente del Proyecto, para nosotras fue una ilusión
prepararlo todo con mucho esmero para que todo se desarrollase lo mejor
posible.
En esa jornada fuimos acogiendo a los adolescentes y entre
nosotros.
Una vez que llego la hora acordada comenzamos con una
estupenda bienvenida, donde se les fue presentado a los niños el motivo de esa
jornada, saber que hemos ya hemos sido amados en primer lugar por Dios y posteriormente
por nuestros padres y que por esa razón cada uno estamos llamados a amar con la
misma intensidad.
Tras distintas dinámicas activas para ellos concluimos con
una canción que nos adentro en la división de los grupos para los distintos
talleres.
A lo largo de la mañana se desarrollaron cinco talleres
donde se les fue presentando la necesidad de “Autoconocimiento” a nivel físico
y espiritual; en el de “Imagen y Persona” se les ayudo a descubrir la grandeza
de cada uno como e, con su originalidad y su unicidad, que no tendría que
cambiar nunca por nada ni por nadie.
El taller de Salud e Higiene siempre supone
un poco de “vergüencilla” pero cuando se habla con claridad, con respeto, con
el lenguaje adecuado, todo se normaliza y se puede ver como ellos lo acogen y
reciben de una manera bonita. El taller
que más les puede llamar la atención es el de Expresión Corporal, pues tras
diferentes juegos entran en un clima de relajación para ir descubriendo su
cuerpo como creación de Dios llamado a encontrarse con el otro, a valorarlo y a
compartir la vida.
Desde la Poesía y la Música, también se puede valorar la
grandeza del amor, les ayudamos a descubrir el contenido de algo de lo que
cantan y les presentamos la riqueza de los sentimientos que se pueden trasmitir
con la música o la poesía.
Al concluir, ¡¡ya había hambre!! y tras la comida nos
dispusimos a participar en una velada donde con el baile y distintas pruebas
reforzábamos lo que habíamos ido trabajando por la mañana.
Y llego el momento de la presentación de los dos talleres de
la tarde, en los cuales intervino un amigo de los niños “Luis, el seminarista”
dando su testimonio de cómo se puede amar a Dios desde cualquier situación de
la vida. Luego la hermana Auxiliadora
les presento su vocación desde una sencillez tal que los chavales se sintieron
sorprendidos, y a continuación un matrimonio de la parroquia nos presento su
recorrido en el camino de su amor, valorando sobre todo la riqueza del otro y
el don que supone encontrar a alguien que te quiere desde el corazón.
Ellos
dejaron el tema abierto para que otro matrimonio nos sorprendiese con la
riqueza de ser padres, la riqueza de la vida, la riqueza que supone cada uno de
ellos para sus familias. Todo para que descubriesen cual es el culmen del
verdadero amor, generar vida.
Y tras un momento de oración con una danza contemplativa nos
fuimos despidiendo de ellos entregándoles un documento para compartirlo con sus
padres.
Consideramos que los talleres TEA son muy positivos y
enriquecedores porque en esta sociedad en la que vivimos, en la mayoría de los
casos no se educa como se debe.
Proyecto TEA está realizando una tarea muy importante para
que los niños aprendan a amar, respetar su cuerpo y el de los demás, a
querernos como somos, porque Dios nos ama como somos y muchas más cosas
enriquecedores para los niños. Hemos disfrutado mucho con los talleres, juegos,
bailes y orando a Dios con el corazón. Pasamos un día maravilloso y espero que
pronto podamos disfrutar del siguiente. Una experiencia muy buena, los niños
muy contentos, se portaron muy bien y muy interesados.
Yo para evaluar este taller no lo haría con números sino con
una palabra: "Sentimientos". Gracias!!
Mª Carmen. Tere. Montse. Paqui y bastantes más.