TEA-1: Chauchina, Atarfe y
Valderrubio
“El proyecto TEA, llegó a Chauchina el
sábado 1 de febrero atendiendo a un grupo de más de treinta chicos y chicas
dispuestos a aprender y compartir en torno a la vida y el amor.
Todo empezó con una estupenda ambientación
para ser conscientes de nuestro cuerpo, dinámicas con música y bailes nos
hicieron descubrir que somos regalo para los demás, con “este pedazo de cuerpo
que Dios nos ha dado”…
Los grupos fueron pasando por los
diferentes talleres, cada uno con su objetivo concreto.
- En
el de expresión corporal pudieron descubrir cómo nuestro cuerpo se comunica no
sólo con las palabras sino con sus movimientos y gestos que siempre deben ir
dirigidos a amar a los demás sabiendo también dejarnos amar.
- En
el de autoconocimiento se les presentan los cambios que están teniendo o van a
tener a nivel físico, psicológico y en su manera de relacionarse. Todos ellos
necesarios y hermosos si sabemos acogerlos.
- En
el de poesía y música nos ayudan a poner nombre a sentimientos que anidan en
nuestros corazones y que a veces no sabemos expresar.
- El
taller que más vergüencilla les hizo pasar fue el de “higiene y salud” porque
decían que habían hablado mucho de genitales pero es importante para sentirse
bien y hacer sentir bien a los demás.
- Con
el de imagen y persona fueron conscientes de que la belleza también está en el
interior. Que un cuerpo diez, el éxito, el dinero y el poder no suele dar la
felicidad. ¡Todos somos preciosos a los ojos de Dios!
Tras la comida jugamos un rato con pruebas
muy divertidas que a todos hicieron reír.
Y la sesión de tarde consistía en
testimonios de personas que habían vivido su llamada al amor con fidelidad y
eran felices.
Así escuchamos al sacerdote Eduardo y a la Hna. Laura junto a un matrimonio que venía desde
Sevilla. Ellos, desde distintas vocaciones, enseñaron a los chavales cómo estaban realizando el plan de Dios para
ellos.
La última sesión fue Alicia, que estaba a
punto de ser mamá y pudo mostrarnos la ecografía de la hija que llevaba dentro
¡qué misterio esa nueva vida! La maternidad es una experiencia maravillosa;
otra manera diferente de sentir el amor pero para disfrutarlo hay que tener
cierta madurez y preparación.
Todo acabó con una danza con la que pudimos
alabar a Dios con nuestro cuerpo.
Desde aquí mi más sincero agradecimiento al
equipo del proyecto TEA por su entrega y dedicación, por volcarse en esta tarea
tan fundamental en la vida de cualquier persona. El sentirnos amados por Dios
nos hace salir al encuentro de los hermanos para comunicarles un poquito este
amor, y ¡qué importante conocer cauces concretos para poder expresarlo!"
Nuria Granados Carmona
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